El nacimiento de una nueva película nacional produce siempre por sí mismo un sentimiento de alegría que alimenta las esperanzas en torno a un posible dinamismo de producción cinematográfica peruana. Sin embrago, las condiciones en las que ha sido alumbrada la última obra de Federico García lejos de animar y reconfortar crean una suerte de pesimismo y malestar por lo que en el futuro pudiera ocurrir con los proyectos de los cineastas nacionales.
Y es que el Amauta, que grafica los primeros años de vida de José Carlos Mariátegui, no podrá ser exhibida en sala cinematográfica alguna. Las razones son simples: el autor no ha podido conseguir los recursos necesarios para obtener las copias en el indispensable soporte de 35 milímetros.
Hello world!
Hace 2 años
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